Esta pregunta me la hicieron la semana pasada. Y yo, que soy una persona con bastante paciencia (lo digo sin visos de ironía, es así) mantuve mi rostro sereno y respondí, como mejor pude: “Sí, todas las cosas están hechas de elementos químicos, incluidos nosotros. ¿No recuerdas qué porcentaje de agua hay en el cuerpo humano?”. Y la interpelada me respondió: “Creo que un 60%, o algo así”. Yo le aclaré que el porcentaje era aún más alto y le inquirí: “¿Y de qué está hecha el agua?”, “Hidrógeno y oxígeno, ¡claro!”. Fue como si se hubiese hecho la luz en sus ojos. ¡Claro! Las personas están hechas de elementos químicos, ¡qué curioso y sorprendente!
A veces somos incapaces de comprender los muchos errores que estamos cometiendo en la enseñanza de las ciencias, y luego nos llevamos las manos a la cabeza con los resultados de los informes PISA.
Puntuación de ciencias en el informe PISA por países (2009)
Porque, por lo visto, para enseñar hay que tener mucho de psicología, y meterse en la mente del alumno para intentar entender qué está él entendiendo y qué no, y corregirle desde el principio los conceptos erróneos. Así, por lo menos, el que pase por las asignaturas de ciencias sin mucho interés y sin más pena que gloria, puede que se lleve consigo algunos conocimientos que deberían formar parte de los temas de cultura general de todo hijo de vecino. Como que la materia está formada por átomos, que existen distintos elementos químicos, y que todo lo que nosotros vemos y conocemos está formado por estos mismos elementos, sí, los que salen en la famosísima tabla periódica. Esto, tan simple, tan básico, tan tremendamente evidente para todo científico, hay una gran parte de alumnos y de la sociedad en general que lo desconocen, y me parece dramático. Porque la alumna que me formuló la dichosa pregunta del título, ojo al dato, ni siquiera es de los que pasarán por la asignatura de física y química como si nada, es una alumna de nota de 4º de ESO que necesita la química como el comer para su futuro. Y ya tiene una serie de habilidades adquiridas que le permitirán sacar buena nota con los contenidos del temario: formula muy bien, hace cálculos estequiométricos y distingue si un elemento es metal o no metal con su configuración electrónica o qué tipos de enlaces hay y cómo se forman. Sabía todas estas cosas tan estupendas, pero desconocía lo esencial.
Creo que a partir de ahora habría que empezar toda clase de química diciendo: “Buenos días, conjuntos de átomos formados por elementos de la tabla periódica”, para que se les quede bien grabado. De lo contrario, corremos el riesgo de que algún día alguien le diga a otro alguien la temida frase de: “Tío, cómo te estás comiendo eso, ¿no sabes que le meten átomos en el laboratorio?”.