¡Buenos días a todos!
Como sabréis, hace ya más de tres años que no escribo en el Q-blog. La última entrada data de noviembre de 2016, por lo que es probable que muchos de vosotros me dierais ya por muerta o por digitalmente muerta, lo que en el mundo actual a veces parece ser lo mismo. Pero no, lo cierto es que estoy vivita y coleando, y no tan alejada del mundo de la química como pudiera parecer, más bien al contrario. Los motivos de tan larga ausencia han sido diversos, empezando por obligaciones familiares improrrogables. Esto, unido al trabajo, tareas varias y… ¡oposiciones! Uf, qué palabra tan terrible, ¿no? Cualquiera que sepa de lo que hablo se habrá echado a temblar solo de rememorarlo…
Así que en estos últimos tiempos estuve preparando oposiciones del Cuerpo Facultativo especialidad Química de mi comunidad autónoma (algo más de dos años de dedicación intensiva) y hay que decir que no lo pusieron precisamente fácil. El temario era abrumador y solo había dos plazas, de modo que era o darlo todo o mejor no perder el tiempo en intentarlo. Opté por la primera opción, con la inestimable ayuda y apoyo de mi amiga y compañera química CPB, y también de mi familia (gracias, a TI en especial). Muy a mi pesar tuve que dejar Quimitube apartado por un tiempo, y entre unas cosas y otras ese tiempo ha resultado ser increíblemente largo.
Pero finalmente el calvario pasó y como hubo suerte (para CPB y para mí), he pasado a engrosar el funcionariado de este país desde hace algunos meses. Prometo deshonrar la fama del colectivo haciendo mi trabajo lo mejor posible, como me consta que hacen muchos otros. Ahora, medianamente repuesta del enorme esfuerzo que supuso tanto estudio (me ha costado un buen pellizco de mi salud y creo que se me ha frito el cerebro) me siento preparada para volver a elaborar materiales y resucitar Quimitube, que en verdad nunca murió, solo estuvo un tiempo metido en un bote de formol.
Un abrazo a todos. Nos leemos por aquí.